Anatomía de un continente desigual

En esta breve introducción Diego Sánchez-Ancochea revela el carácter sistémico de la desigualdad en América Latina

En esta obra, Diego Sánchez Ancochea presenta una anatomía general de la desigualdad en América Latina, sus causas y consecuencias y los movimientos e ideas que se han propuesto para reducirla. El autor es profesor de economía política de desarrollo en la Universidad de Oxford y dirige el departamento de desarrollo internacional en la misma universidad.

El primer capítulo expone el argumento general del libro: la desigualdad en el continente “ha contribuido al mal desempeño económico, al debilitamiento de las instituciones políticas y a los problemas sociales. A su vez, el pobre crecimiento, la política excluyente, la violencia y la desconfianza social han reforzado la concentración del ingreso generando círculos viciosos“ (2021, p. 9).

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El segundo capítulo presenta evidencia estadística que confirma que América Latina es la más desigual entre las regiones del mundo y que la participación de la clase media en el ingreso nacional es especialmente baja en Colombia, Brasil y Guatemala.

Los capítulos 3 al 6 describen en detalle las causas y consecuencias de la desigualdad en las esferas económica, política y social y los círculos viciosos que la refuerzan. El capítulo 3 cuestiona la creencia de que la desigualdad es una consecuencia inevitable de la prosperidad, la innovación y el dinamismo económico; si así fuera, las economías del continente, campeonas en desigualdad, serían también campeonas en competitividad—¡los tigres asiáticos huirían aterrorizados al escuchar el rugido de las jaguares latinas! Pero no, las economías del continente se caracterizan por crisis financieras recurrentes y, mientras las empresas más chicas padecen de baja productividad, los grandes grupos económicos se concentran en negocios de bajo riesgo y poca innovación. En este contexto, es apenas lógico el desinterés de las elites por financiar la educación, la ciencia y la tecnología. Por otro parte, la estrecha relación entre las elites económicas y políticas permite a los grupos económicos influir en las políticas públicas, crear marcos regulatorios a su medida y frenar reformas tributarias redistributivas.

La desigualdad también produce efectos perversos en la esfera política (capítulo 4): la enorme concentración del ingreso facilita a la élite económica controlar los medios de comunicación, mantener una “puerta giratoria” entre los sectores público y privado e influir en gobernantes, partidos y parlamentos mediante la financiación de campañas y las prácticas poco transparentes de cabildeo. La frustración de los excluidos ha alimentado olas de populismo y las reformas sociales más ambiciosas han sido abortadas mediante golpes de estado u otras maniobras, con la consiguiente inestabilidad política.

En la esfera social (capítulo 5), la desigualdad en América Latina ha estado asociada a una variedad de males públicos: violencia homicida, segregación urbana, fragmentación del acceso a la educación y los servicios de salud, desconfianza entre ciudadanos y en el Estado y racismo. A su vez, estos fenómenos dividen a los sectores populares y dificultan construir coaliciones sociales y políticas amplias con la fuerza para impulsar cambios institucionales que reduzcan la desigualdad. El autor acude a diferentes recursos para ilustrar sus argumentos: narra episodios históricos, cita y compara estadísticas y provee testimonios etnográficos.


aerial view of town
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En conjunto, los primeros cinco capítulos del libro ofrecen un diagnóstico desesperanzador, pues revelan el carácter sistémico de la desigualdad y los fuertes lazos que la conectan con otros problemas estructurales como la debilidad estatal, la fragilidad de la democracia, el racismo y la violencia homicida (este último es otro aspecto en el que América Latina es campeona). En contraste con los anteriores, los capítulos finales presentan alternativas y propuestas. El capítulo 6 describe propuestas teóricas surgidas en respuesta a la desigualdad—el pensamiento económico estructuralista, la teología de la liberación, la pedagogía del oprimido—así como movimientos sociales como el de los trabajadores rurales de Brasil, el Zapatista en México, el movimiento estudiantil en Chile y el MAS en Bolivia.


Finalmente, el capítulo 7 presenta propuestas de política económica y social como la tributación y redistribución de la riqueza (reforma agraria, impuestos a las herencias), la promoción de la competencia, las reformas laborales favorables a los trabajadores, la creación de más y mejores empleos, la regulación del sistema financiero y los programas universales de redistribución de ingresos, como la renta básica universal. El autor reconoce que para que estas reformas ocurran son necesarias ciertas condiciones políticas: democracias más robustas, partidos progresistas que apuesten por el “pragmatismo utópico” y movimientos sociales capaces de construir alianzas entre diferentes sectores sociales y de difundir narrativas que rompan el individualismo.

La razón por la cual la desigualdad en América Latina es tan grande no es que los pobres sean más pobres que en otras partes del mundo, sino que los ricos son más ricos

Sánchez-Ancochea (2021, p. 20)


Este libro es como una breve guía de viaje a un extenso país, que ofrece un mapa general con las principales rutas y sitios de interés y deja siempre al lector con ganas de saber un poco más sobre cada lugar y su historia. Afortunadamente, el autor incluyó en el texto más de 440 notas, cada una de las cuales incluye al menos una obra de referencia, lo que permite a las lectoras y lectores más ávidos profundizar en los temas de su interés. Desde el punto de vista disciplinario, el libro está anclado en la economía y la ciencia política, pero incluye algunas breves excursiones históricas y sociológicas. El hecho de que cubra tanto terreno en pocas páginas hace de este libro una valiosa herramienta para la docencia, por ejemplo en cursos introductorios de economía o en cursos sobre América Latina. La riqueza de fuentes también lo convierten en una guía para quienes incursionan en este tema por primera vez.


Desde el punto de vista de los temas, extrañé un abordaje más profundo de las desigualdades étnicas, raciales y de género, especialmente en el capítulo final, así como una discusión de los vínculos entre desigualdad y ambiente, por ejemplo, los efectos desiguales del cambio climático, la inequidad en el acceso al agua y los impactos ambientales de la extracción minera en comunidades rurales. Una futura edición también podría identificar los debates más relevantes en cada tema así como las líneas de investigación más prometedoras.

Ojalá alguna editorial latinoamericana se anime a publicar pronto una edición en español pues, aunque cada vez más estudiantes en nuestro continente leen inglés, son precisamente aquellos que carecen de acceso a la educación bilingüe quienes podrían sacarle más jugo a este libro—dentro y fuera de las aulas universitarias.

Referencia

Sánchez-Ancochea, Diego (2021) The costs of inequality in Latin America: Lessons and Warning for the Rest of the World. I B Tauris